lunes, 13 de marzo de 2017

AUTOMOCIÓN

Maribel

Alguien me dijo adiós en una estación de tren y desde ese momento siempre que cojo un tren empiezo a sentir que me falta algo; me toco la cara y me falta un pendiente o se me ha caído un mechón de pelo que acaba enredado en una vía... Mientras el ruido del vapor de las locomotoras sigue rugiendo...y los paisajes se suceden tan efímeros como un azucarillo disuelto en un café. Cae la tarde y solo espero conocer lo que me aguarda en la siguiente parada...
 Blanca


 
Víctor



Nieves



Helena



Mónica



Jaio



Marta



Silvia